FORMAS DE PENSAMIENTO
CUASI-HISTORICAS
Prof. Líber Romero*
El relato de los hechos del pasado en forma escrita nace
unida a la necesidad de los sectores dominantes de justificar su dominio. En
los albores del tiempo mito e historia se confunden y confluyen como una manera
de fundamentar la divinidad de los reyes que unen así su vida terrenal al más
allá. Las características que adquiere
este relato varían según la región del planeta, siendo similares en la intención de encausar el pasado como
justificador del presente.
Según Fontana
algunas tienen una clara finalidad política al ser dirigidas a un
público que sabe leer como la historia de Sinuhé, las aventuras de un sabio
egipcio, o las Profecías de Neferty en donde se denuncian los males de la
protesta social frente a las bondades de tener un soberano fuerte. Todos estos
textos sirven como legitimadores de la monarquía. En China la historia tiene
más un carácter didáctico y moralizador. Sima Qian (145-85 ane) escribe las
Memorias históricas. Una especie de historia universal que arranca de los
orígenes místicos y concluye en el año
100 ane. Su obra está dividida en cinco secciones: los anales básicos, las
tablas cronológicas, los tratados, las casas hereditarias y las biografías.
Las genealogías
Las genealogías, que recopilan los sucesos de cada año,
nunca son neutras; es un error pensar que la simple numeración de fechas es
objetiva, siempre existe una selección de la información que se quiere hacer
perdurar. Solo “Funes el memorioso” podía recordar plenamente el día anterior y
al hacerlo perdía un día de su vida. La enumeración- realizada por aquellos que
dominaba el código- se hacía de acuerdo a los acontecimientos o personajes
considerados importantes. Esta selección servía por ejemplo para legitimar
derechos sobre la tierra o para poder recaudar impuestos como lo fue en una
época en Egipto.
En Mesopotamia la lista de los reyes sumerios, guardadas
en los templos los enlazaba con reyes sobrehumanos(por ejemplo Gilgamesh) Esta
asociación de humanos y divinidades reafirmaba el poder de los primeros. Estas
crónicas también servían para tratar de dar un orden al mundo circundante. El
tiempo, su división en eras, en el caso de Egipto- y no solo en él- se asociaba
a la figura del rey, con cada faraón la cronología volvía a empezar. . En la
lista de fechas aparecían mezclados los hechos importantes de la vida de los
reyes, las festividades y las crecidas del Nilo (como puede verse en la piedra
de Palermo de 4500 años aprox.). El continuo histórico se rompe con cada Faraón
lo que si duda estuvo en la base de la inexistencia de una historia que
abarcara varios reyes.
Las cuasihistorias
En forma paralela a las cronología aparecen relatos que
evidencia un devenir histórico. El historiador inglés Collingwood realiza una
división que se ha vuelto clásica de
estas obras que aparecen antes del siglo V ane. Estos relatos a los que llama
cuasihistorias no dan respuestas a preguntas realizadas por un historiador sino que son una explicación de los hechos
conocidos por la comunidad y los actos que allí aparecen no son humanos en
primera instancia sino divinos.
Existen dos tipos de cuasihistorias:
1. Los mitos que son los relatos en donde los actos
humanos no ocupan espacio, sino que solo existen los dioses como personajes de
un pasado atemporal. Por ejemplo el poema de creación en babilonia con la
lucha entre orden(Marduk) y el desorden
(Tiamat)
2. La historia teocrática en donde los seres humanos aparecen pero como
agentes de los designios divinos. A modo de ejemplo en la Iliada los hombres
actúan según la voluntad de los dioses,
cuando pelean Aquiles y Héctor lo hacen
con la intervención de Apolo y
Atenea.
Collingwood plantea que entre las distintas
civilizaciones de la media luna fértil el elemento teocrático es predominantemente
particularista a excepción de los hebreos que tienden a ser universalistas.“(…)
En verdad casi podría afirmarse que la peculiaridad de las leyenda hebrea
comparada con la babilónica estriba en que sustituye la teogonía por la
etnogonía” (COLLINGWOOD, p.15)
Los mitos.
Los
mitos buscan dar una explicación ante los cambios naturales, sociales y
políticos ; elaborados por los sacerdotes son producto de la experiencia social
a la que intentan controlar con el
elemento sobrenatural.
Los mitos tiene un conjunto de características en común
“(...). La mayor parte de las religiones coloca una edad mítica, feliz si no
perfecta, al inicio del universo. La época primitiva —sea que el mundo haya
sido creado o se haya formado de otro modo— se concibe como una «edad de oro».
A veces las religiones colocan otra edad feliz en el fin de los tiempos,
considerándola ya como el tiempo de la eternidad, ya como la última edad antes
del fin de los tiempos.
En un cierto número de casos, y en particular en las
grandes religiones y en las grandes civilizaciones, la edad de oro inicial y la
final están enlazadas por una serie de períodos. La evolución del mundo y de la
humanidad en el curso de estos períodos es generalmente una degradación de las
condiciones naturales y morales de vida.
La edad mítica final es muy a menudo la repetición de la
edad inicial. Es, en particular, el caso de las religiones del «eterno
retorno», que hacen pasar al mundo y a la humanidad a través de una serie de
ciclos que se repiten a lo largo de la eternidad . Pero puede tratarse también
de religiones que poseen una concepción definitiva, lineal del tiempo .”(LE
GOFF, p.11)
Le Goff plantea que el
los mitos existen dos tipos de paraísos
·
El
terrestre. algunos que han sido ficciones voluntarias y conscientes (por ejemplo la Atlántida de
Platón)
·
El
extraterrestre. El cielo en general.
En las civilizaciones orientales hay en general un mito
de la edad de oro, ligada a un paraíso y a una doctrina de las edades del
mundo. En el mundo grecoromano su aparición
es con Hesíodo. En la Teogonía plantea cuatro edades (oro, plata, bronce,
hierro), la última precedida de una quinta: la de los héroes.
Serán los cambio sociales los que producirán que estos relatos míticos dejen el
mundo de los dioses para convertirse en una narración plenamente humana.
*Profesor de
historiología en formación docente
Bibliografía citada
COLLINGWOOD, Robin,(2004) Idea de la
historia, México, FCE, 3° ed
FONTANA, Josep,(2001), La historia de
los hombres, Barcelona, Crítica
LE GOFF , Jacques, (1991) El orden de la memoria, Barcelona,
Paidos,
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