LA
CONCEPCIÓN DEL SUJETO EN ERNESTO”CHE” GUEVARA
Trabajo para el curso del Mag. Yamandú Acosta .
Maestría
de Estudios Latinoamericanos FHCE-UDELAR
INTRODUCCIÓN.
“El
estudio del Che necesariamente nos remite a una lucha por su herencia, a un
combate. En esa pelea, la apropiación burguesa del Che reposa sobre tres tipos
de operaciones ideológicas:
En primer lugar, se lo intenta desvincular
de la revolución cubana, de su dirección revolucionaria -que él contribuyó a
crear y de donde emergió como cuadro y dirigente- y del innegable impulso que
aquella dio a la revolución continental. En segundo lugar, se pretende
presentarlo como un empirista y un pragmático, absolutamente desprovisto de
cualquier nexo con la teoría social y filosófica marxista. Y en tercer lugar,
se lo convierte en un mito y una imagen desligado de su proyecto y al cual se
reverencia “independientemente de sus ideas” o “a pesar de ellas”.” Nestor
KOHAN
América
Latina ha producido, en el siglo
XX, un conjunto de pensadores originales
y prolíferos. En particular dentro de la
concepción del mundo marxista han existido importantes teóricos cuyos aportes, a veces, han pasado
desapercibidos por los análisis que se realizan desde Europa[1].
Esta
invisibilidad debe bastante a un
eurocentrismo que ve a las elaboraciones americanas como hijas menores, de los corpus teóricos
elaborados en el viejo continente. A ello se suma la “dificultad” de que una de
las características de los marxistas americanos fue la de ser actores
políticos, por lo que su elaboración es producto del debate, de la resolución
de problemas concretos y a veces su teorización es fragmentaria. No está de más
acotar que gran parte de la elaboración
de Lenin responde a estas mismas características.
La
elaboración marxista americana se produce en
polémica con otras corrientes del pensamiento, en particular el nacional
reformismo o el anarquismo, o a la interna del propio marxismo para organizar y
elevar teóricamente a las clases subalternas. Los debates en torno a la teoría,
táctica y organización están presentes desde los inicios de la aprensión del
marxismo en América.[2]
Existe
un fecundo desarrollo del marxismo en América Latina que no niega las categorías de análisis de los clásicos,
pero que los enriquece pensando desde la región[3].
Pensamiento original, fragmentario y elaborado en el fragor de la lucha de
clases. Que supo desde sus comienzos criticar, aunque sea en forma minoritaria,
las tendencias preponderantes.
Guevara
es tributario de esta tradición que conoce desde su juventud a través de la
lectura de Aníbal Ponce[4] ,
reafirmado posteriormente con el contacto que tiene de Mariategui a través del Dr. Pesce. Debemos
tener presente que el Che de la revolución cubana fue un joven que se había
nutrido de una rica tradición de autores latinoamericanistas y entre ellos de
algunos de los marxistas que pensaron las categorías marxistas desde la
situación del continente.
Es
común que la imagen de guerrillero de Ernesto Guevara oculte al teórico. Su
elaboración queda a veces acotada a su
reflexión teórico/práctica de la vía
armada. Por debajo de esta estigmatización aparece el brillante polemista
político, irreverente e irónico. Lo que normalmente se soslaya es su avidez por
la lectura, sus amplios conocimientos de la cultura de su tiempo y su profunda
reflexión filosófica[5].
Su
elaboración teórica se enmarca dentro de un pensar latinoamericano. Lo
característico de esta reflexión está no solo en la naturaleza de los objetos estudiados sino
en las respuestas que el sujeto pensante da frente a estos objetos.[6] Si
bien el pensamiento del Che discute las universalizaciones soviéticas del
marxismo, no cuestiona el instrumental del método marxista que es parte
sustancial de su reflexión crítica. Es parte de sus objetivos que el marxismo
sea aprendido por el conjunto del pueblo como parte de una forma de pensar que
se debe insertar en la cultura popular: “Se debe ser marxista con la misma
naturalidad con que se es “newtoniano” en física, o “pausteriano” en biología”[7]. El marxismo se debe constituir en el sustento
del nuevo bloque histórico, en el sentido gramsciano, que se está construyendo. Se nota, a partir de sus escritos, que para
él existen diferentes niveles de acercamiento al marxismo, en donde pesa
también la posición de Cuba como Estado[8].
Sus
discursos y su práctica concreta son para que el marxismo sea estudiado críticamente,
como una guía para la acción y no como un dogma. Esto lo lleva a enfrentar la
forma de presentar el marxismo por los soviéticos. Su crítica está dirigida a
un marxismo que se ha vuelto escolástico y que es necesario vivificarlo,
recomponerlo a través del análisis de la realidad.[9]
Esto presupone que en determinados ámbitos de formación no deben existir
censuras previas[10].
Se trata de volver a poner en el centro de la reflexión y de la práctica al ser
humano.
En
este trabajo nos proponemos rescatar del pensamiento del Che su teorización
sobre la construcción del hombre nuevo, del sujeto transformador/trasformado.
Trabajaremos
especialmente sobre el período 1959-1965 en donde como hombre de gobierno tiene
que poner en práctica sus ideas en el marco de una situación cualitativamente
distinta. Esta tensión entre la concepción teórica y la práctica de la gestión
es esencial en mi tema de tesis. Veremos
cómo trata, pese a la imperiosa necesidad de que Cuba aumente su producción, de
no caer en la solución “sencilla y probada” de los estímulos materiales para
aumentar la productividad. Cómo en medio de los apremios por desarrollar el
aparato productivo del país se generan ámbitos de estudio para analizar el
conjunto de las posibilidades y las consecuencias de las mismas sin que existan
caminos preconcebidos. Hay un intento de
elaboración propia, desde el suelo cubano, del proceso de transición al socialismo.
PROCESO DE FORMACIÓN
No
conviene hacer un corte epistemológico entre obras de juventud y madurez. Si
bien este trabajo se refiere a un período de
la vida de Guevara, las ideas que va a llevar adelante tienen una
génesis que es preciso conocer aunque sea someramente.
El
Che nace en el seno de un hogar liberal donde la lectura, las discusiones
políticas y literarias están presentes continuamente. En la casa de sus padres tendrá contacto
directo con refugiados de la guerra civil española y será partícipe de las
discusiones sobre la derrota de los republicanos. Las referencias a la guerra
civil estarán presentes desde esta época en sus reflexiones políticas basta,
recordar la carta a su madre, en medio del proceso guatemalteco, en donde
afirma que prefiere morir como Sandino a vivir como Azaña.[11]
Sus
contactos con el marxismo son parte de su avidez de lectura. Este afán por la
lectura lo acompañará toda la vida, incluso en las peores condiciones (en todas
sus acciones guerrilleras traerá consigo sus libros y cuadernos de notas). A
los 14 años entra en contacto con una versión abreviada de “El Capital”. El año
siguiente será de lecturas de Marx y Engels. A los 17 años comienza la
redacción de un diccionario filosófico. Especialmente sería en el volumen
cuarto en donde el Che dejaría asentado su estudio sobre el marxismo (estos
cuadernos de su juventud aún permanecen inéditos): por ejemplo cuando compara su conocimiento del marxismo con el
que tienen los mineros comunistas con los que se cruza en Chile. También en la
búsqueda de las causas socioeconómicas a los problemas que ve. Igualmente él
admite en 1956 en una carta a su madre que el marxismo ha sido hasta ese
momento un auxiliar y no la columna vertebral de su accionar, situación que
afirma va a cambiar.[12]
Es
frente a la muerte de su abuela que asume la definición de estudiar medicina y
no ingeniería. En este momento su idea es la del triunfo personal, el de
convertirse en un gran investigador, es el deseo de que su esfuerzo individual
salve al mundo[13].
Cuando ingresa a la Facultad de Medicina es que, en 1947, conoce a Berta Gilda
Infante, joven comunista con la que establecerá amistad.
En
1950 realiza su viaje por el interior de la Argentina: recorre 4500 km por 12
provincias del norte. Escribe un diario en donde se nota el transcurrir de
metas cumplidas, en donde el cuerpo deja paso a la voluntad, en una búsqueda
constante de demostrar que puede vencer
las dificultades físicas[14].
En ese diario Guevara anota las valoraciones
críticas que le hace un trabajador “golondrina” a su desgaste de energía
sin sentido[15].
Un sin sentido que vuelve a aparecer en la reflexión de Guevara frente a un
motociclista con el cual se cruza: un aventurero que busca el peligro pero que
muere sin que nadie lo conozca.
Ya
en este encuentro con las condiciones de su país el joven Guevara demuestra que
tiene una clara definición sobre lo que
se debe observar para conocer la realidad de un pueblo: ni a sus monumentos, ni
a sus sitios turísticos, sino a sus hospitales, comisarías y a la gente común.
El sujeto real no es el de los folletines o los de las fotografías sino el ser
concreto que vive y sobrevive. El futuro Che se va encontrando con el pueblo al
cual aún no pertenece.
En
algunos autores hay una defensa de esta
etapa de juventud tratando de ocultar el voluntarismo burgués de sobresalir
individualmente, como si el revolucionario posterior se hubiera gestado desde
el nacimiento. No es ningún demérito ver en las primeras acciones del Che un
intento de sobresalir, de superarse
individualmente, en todo caso lo que podemos apreciar en su primeros
escritos son una lenta superación de este individualismo burgués por metas de
acción colectivas.
¿Cómo
explicar su intento, expreso, aunque no concretado, de publicar sus memorias?
Sus escritos son para sí mismo pero
también cree que su experiencia individual merece ser transmitida a
otros.
Los
dos viajes que realiza por América Latina lo acercan a la realidad del
continente. Su acercamiento es el del observador interesado que se va asumiendo
como un protagonista del cambio. Aparece en su relato una comprensión de la
necesidad de la unidad latinoamericana frente a un mismo opresor, se asume no
ya como argentino sino como americano. Su visión latinoamericanista se nutre en
la compresión que tiene del discurso bolivariano, de las valoraciones sobre
cómo llevar adelante una lucha contra el imperialismo.
Este
segundo diario está escrito después del viaje con la clara intención de ser
publicado. Su estilo será el mismo que utilizará posteriormente: a partir de
las notas que toma todos los días, posteriormente reconstruye el viaje. El inicio del diario
nos muestra a un Guevara crítico que no oculta sus vacilaciones y el propio
progreso su conciencia. Aparece en el diario un ser humano que se transforma en
el acto de conocer, un hombre que se transforma en el devenir. “El
personaje que escribió estas notas murió
al pisar de nuevo tierra Argentina, el que las ordena y pule, “yo”, no soy yo;
por lo menos no soy el mismo yo interior. Este vagar sin rumbo por nuestra
“Mayúscula América” me ha cambiado más de lo que creí”[16]
El
trascurrir de las páginas nos muestra a
un Guevara médico que busca aliviar a los enfermos. Su pensamiento aún
se encuentra en los marcos del reformismo, todavía no ha comprendido cabalmente
que las contradicciones de clase no se
resuelven con reformas. Es un ciudadano crítico que “espera” que los
gobernantes actúen, en particular que asuman una inversión mayor en asistencia
social.
En
Chile, cuando se cruza con una pareja de mineros comunistas, Guevara asume su
condición de clase distinta a la que ve y se siente hermanado con el
proletariado: esa “extraña especie humana”. El minero comunista lo vuelve a
hacer reflexionar sobre su viaje sin sentido. No deja de causar desazón ver a
ese joven intelectual burgués sentenciar que el minero no comprende más que lo
básico del comunismo, cuando ese obrero asume una posición de sacrificio
colectivo que aún Guevara no ha tomado.
El
diario nos muestra esa característica que en el Che va a estar más pulida y que
va a ser más severa. En las páginas del mismo se ven las observaciones cáusticas sobre los diferentes
personajes públicos y anónimos con los que se va cruzando. Hay una continua
observación a las incoherencias entre el discurso y la práctica, exigencia que
no es solo frente a los nuevos conocidos sino en particular sobre sí mismo y
sus compañeros.
Guevara
asumirá una postura de compromiso revolucionario en Guatemala. Será la
agudización y elevación de la lucha de clases que se comienza a desarrollar que
convertirá a Guatemala en un ejemplo de lo que es capaz de hacer el
imperialismo y de las dificultades de los procesos revolucionarios de
afianzarse si no son capaces de avanzar lo que lo hará asumirse plenamente
como marxista. Si bien su acercamiento al marxismo es desde
temprana edad ya no será un mero ejercicio intelectual sino que lo asumirá como
una guía para la acción[17].
Descubre la necesidad de la teoría para explicar el conjunto de experiencias
vividas[18].
Esto se expresa en un conjunto de cartas dirigidas a su familia en donde
critica su actitud burguesa (hay un claro reconocimiento de haber pertenecido a
esa clase y asumirse como parte de otra).
Critica
la división de los partidos de gobierno que pugnan luchas de poder y en ese
marco se nota el respeto que siente
Guevara por los comunistas.[19]
Es
en el proceso Guatemalteco que el Che se definirá como comunista y verá su
afiliación como algo próximo. Recordemos que su contacto con los comunistas ha
sido permanente pero será la práctica concreta de los mismos en el proceso
revolucionario el que lo decidirá a incorporarse[20].
No obstante, aún en el marco del proceso revolucionario guatemalteco los
objetivos de Guevara siguen siendo los científicos, en ese momento su intención
es ir a Europa.
En
Guatemala conocerá a Nico López, sobreviviente del Moncada, que lo pondrá en
contacto con la experiencia cubana y ser su nexo en México con el Movimiento 26
de julio.
Sus
días de combate en la guerrilla son de
los más conocidos. De esa etapa estará siempre presente la voluntad de sacrificio de los compañeros
de lucha, la solidaridad, la entrega por un ideal mayor. “Fue la primera época
heroica, en la cual se disputaban para lograr un cargo de mayor
responsabilidad, de mayor peligro, sin otra satisfacción que el cumplimiento
del deber. En nuestro trabajo de educación revolucionaria, volvemos a menudo
sobre este tema aleccionador. En la actitud de nuestros combatientes se vislumbraba
al hombre del futuro” [21]
La
actitud heroica del sacrificio individual en pos del colectivo es una
preocupación permanente en Guevara. Ya en el gobierno, una idea que lo
atormentará es cómo mantener la tensión lograda en esos años de lucha en proceso
de construcción de la sociedad socialista. Es una preocupación mantener esa
tensión, esa voluntad de querer transformar la realidad en momentos en donde la
lucha de clases no aparece tan brutal. “Encontrar la fórmula para perpetuar en
la vida cotidiana esa actitud heroica, es una de nuestras tareas fundamentales
desde el punto de vista ideológico.”[22]
Recordemos su comentario sobre las marchas de apoyo al proceso boliviano, de
las que menciona, lamentándose, la falta de virilidad de las mismas.[23]
EL CONTEXTO CUBANO
Los
primeros meses de la Revolución muestran las tensiones a la interna de un
gobierno provisional que era reflejo complejo y contradictorio de la
confluencia de las distintas clases que
la promovieron. Las discrepancias estaban en torno al contenido
y al grado de profundidad del desarrollo
del programa previamente
acordado. Asumir la resolución de los problemas estructurales de una economía
dependiente, monoproductora y multiimportadora llevaba indefectiblemente al
enfrentamiento con el imperialismo norteamericano y en un mundo bipolar la alternativa posible
era el bloque socialista. Para los
principales líderes de la Revolución la experiencia que se había vivido en el
continente en los años anteriores (Bolivia, Guatemala) mostraba claramente los
problemas de ser indecisos.
El
Che asume las responsabilidades vinculadas a la economía de Cuba en un momento
de agudización y elevación de la lucha de clase a la interna del propio
gobierno.
El
gobierno de Urrutia estuvo marcado por los primeros pasos de una revolución
agraria, antiimperialista y democrática impulsada por la movilización de masas.
Entre sus primeras medidas de gobierno estuvieron el saneamiento del aparato
burocrático-militar del Estado: la disolución del ejército y su sustitución por
el ejército rebelde, la reorganización de la policía, la disolución del
congreso y el reemplazo del 50% de los funcionarios públicos. Se constituyeron
tribunales revolucionarios, se limpió los sindicatos de la presencia de la
plana mayor del mujalismo (acción comandada por David Salvador).
Al
mismo tiempo el sector de derecha del
Movimiento 26 de julio comienza a atacar a los comunistas y socialistas; este
sector estaba representado por Urrutia,
Pedro Díaz Lanz comandante de las fuerzas aéreas revolucionarias y Hubert Matos
comandante militar de la provincia de Camagüey.
El
movimiento obrero también sufrió del anticomunismo ayudado por la posición
neutral de Salvador. Como el M26 careció de base sindical, en octubre del
58 se había creado, junto con los
comunistas, el Frente Obrero Nacional Unido, disuelto por Salvador. El cariz de
la lucha a la interna sindical llevó a que los sectores obreros apoyaran a
Mattos. Con la unidad obrera en peligro, en noviembre de 1959 se lleva a cabo
el 10º congreso de la Confederación del Trabajo en donde se traba la lucha
entre anticomunistas y los partidarios de la unidad (comandados por Martínez
Sánchez, ministro de trabajo) y los comunistas. La resolución del congreso
acabó con los mujalistas dentro de la central.
A nivel internacional desde la prensa de EEUU,
durante 1959, se empieza una campaña
difamatoria a la que se sumaba el asilo a funcionarios del gobierno de Batista
y que terminaba con el permiso para usar Florida como campo de aviación desde
el cual se bombardeaban las cosechas y los molinos de azúcar. En filas
revolucionarias se comienza a sospechar de la posible intervención directa que
se concretarán posteriormente con la invasión a Bahía de Cochinos. Las acciones
indirectas eran constantes, un ejemplo es el atentado al barco “Le Coubre” (4/3/1959) que traía armamento y explosivos
de Europa, en donde mueren 80 obreros.
En
junio del 59 demiten 5 ministros, como forma de presionar frente a la
profundización de la revolución. Es el momento en que el Che inicia una gira
por Asia y África. El 30 de junio el jefe de la Fuerza Aérea, Díaz Lanz,
deserta y huye a los EEUU. El 18 de julio estalla el conflicto entre Castro y
Urrutia. Fidel acusa al presidente de evitar el avance de las reformas frente a
lo cual dimite. Estalla una huelga en apoyo a Fidel y bajo presión obrera y
campesina Urrutia renuncia y asume
Dorticos.
El
7 de setiembre regresa Guevara luego de tres meses de ausencia. El 7 de octubre
es designado como jefe de Industria. El 21 de octubre es destituido Hubert
Mattos, jefe de la guarnición de Camagüey, luego de haber intentado generar un
movimiento para derrocar a Castro. El 26 de noviembre Guevara es designado
presidente del Banco Nacional.
En
este contexto nacional e internacional es que el Che va a tratar de plasmar en
acciones concretas su idea de hombre nuevo.
EL CONCEPTO DE HOMBRE NUEVO
“(…) aun cuando los pueblos estén en la misma
definición social, sean capitalistas o estén en proceso de construcción del
socialismo o cualquier otro, han arribado a esa etapa histórica por caminos
diferentes y en condiciones peculiares para cada pueblo.
Por eso el marxismo es solamente una guía
para la acción. Se han descubierto las grandes verdades fundamentales, y a
partir de ellas, utilizando el materialismo dialéctico como arma, se va
interpretando la realidad en cada lugar del mundo. Por eso ninguna construcción
será igual; todas tendrán características peculiares, propias a su formación.
Y las características de nuestra revolución
también son propias. No pueden desligarse de las grandes verdades, no pueden
ignorar las verdades absolutas descubiertas por el marxismo, no inventadas, no
establecidas como dogmas, sino descubiertas en el análisis del desarrollo de
la sociedad. Pero habrá condiciones propias, y los miembros del Partido Unido
de la Revolución deberán ser creadores, deberán manejar la teoría y crear la
práctica de acuerdo con la teoría y con las condiciones propias de este país
en que nos toca vivir y luchar.
Es decir, que la tarea de la construcción del
socialismo en Cuba debe encararse huyendo del mecanicismo como de la peste. El
mecanicismo no conduce sino a formas estereotipadas, no conduce sino a núcleos
clandestinos, al favoritismo, y toda una serie de males dentro de la organización
revolucionaria. Hay que obrar dialécticamente, apoyarse en las masas, estar
siempre en contacto con las masas, dirigirlas mediante su ejemplo, utilizar la
ideología marxista, utilizar el materialismo dialéctico y ser creadores en todo
momento.....
Frente a esto, ¿cómo podríamos definir las
tareas más importantes de un miembro del Partido Unido de la Revolución? Hay
dos fundamentales, dos que vuelven a repetirse constantemente y que son la
base en que está apoyado todo el desarrollo de la sociedad: la producción, el
desarrollo de los bienes para el pueblo, y la profundización de la conciencia”
Ernesto Guevara “Sobre la construcción del partido “(1963)
En
el pensamiento de Guevara el sujeto es trasformador de la realidad y al mismo
tiempo es transformado por ella[24],
siendo un producto inacabado, en construcción, un individuo inserto en la
totalidad, pero que, consciente del lugar que ocupa en la misma, puede actuar
para transformarla.[25]
La
nueva conciencia social, el hombre nuevo, no surge a posteriori de los avances
científico-técnicos, ni de la socialización de los medios de producción. La
construcción del hombre nuevo se inicia en el mismo proceso revolucionario, no
surge mecánicamente como producto acabado de las condiciones materiales. En su
concepción el ser humano es un ser incompleto que se realiza en la práctica, en
el accionar concreto sobre la realidad, y que para superar las trabas,
presentes en su conciencia, del capitalismo debe ser capaz de tener claro el
objetivo. Esto se logra a través de la planificación de la construcción de la
sociedad, plan que debe ser realizado en discusión con el pueblo para que este
se lo apropie, lo haga suyo, lo defienda e impulse.
Esta
transformación consciente de la realidad permite al ser humano elevarse sobre
las condicionantes materiales. Es una transformación consciente que en el
proceso desaliena, proceso que no está
dado por el accionar exclusivo y autónomo
de las masas sino por el accionar en conjunto con una vanguardia política
consecuente.
El
Che no cae en el error de pensar que la ideología dominante desaparece como
arte de magia por el simple hecho de proponérselo ni que la existencia de una organización
revolucionaria hace que sus integrantes sean impermeables a la misma. El
combate contra la ideología capitalista es una tarea constante que necesita de
una dirección política probada en todas las circunstancias, inserta en la masa,
que por su conducta y coherencia conduce
y es conducida por las grandes masas[26].
“El partido del futuro estará íntimamente unido a las masas y absorberá de
ellas las grandes ideas que después se plasmarán en directivas concretas”.
Dirección política que debe ser ejemplo viviente del hombre nuevo que está
ayudando a crear. “Primeros en el
estudio, primeros en el trabajo, primeros en el entusiasmo revolucionario,
primeros en el sacrificio; en todo momento más buenos, más puros, más humanos
que todos los otros, deben ser los cuadros de nuestro partido”. Vanguardia
política, la cual no está exenta de errores por lo que la crítica y la
autocrítica deben estar siempre presentes.[27]
Guevara
es especialmente crítico del
comportamiento que deben asumir los dirigentes de la revolución. En sus
discursos cuestiona la práctica que asumía como “normal” que el cuadro político
que tiene mayores responsabilidades deba
también por ello tener más privilegios.
Defiende por el contrario, teórica y prácticamente, que el dirigente de la revolución,
en tanto ejemplo de hombre nuevo, debe tener las mismas comodidades que el
conjunto del pueblo.
En
particular analiza el papel que debe
desarrollar el cuadro político en la construcción de la sociedad socialista.
Cuadro revolucionario que lo es en tanto
que su práctica condice con la teoría que lo guía. Existe en la reflexión de
Guevara un llamado a tener una ética revolucionaria que conlleve al compromiso
permanente.[28]
El trabajo
planificado
En el pensamiento del Che el plan tiene que partir de definiciones teóricas generales y basarse en el grado de conocimiento de la realidad que se tiene[29].
El plan es una guía para
trasformar la realidad en la práctica concreta dentro de un período determinado. Debe tener objetivos
estratégicos claros, comprensibles y objetivos tácticos que se entrelacen con
los estratégicos.
La discusión, elaboración y puesta en práctica del plan debe convertirse en el principal instrumento de la dirección (Gobierno o en el caso especifico el Ministerio de Industria). Es a partir de él que se vértebra el trabajo colectivo debido a que la concreción del plan es la principal responsabilidad de
la dirección política. Su despliegue práctico suministra el marco natural para el desarrollo
del control, la crítica y la autocrítica (por eso las reuniones
bimensuales para valorar como era llevado a cabo el plan, los retrasos o
avances que tenía). Es en su puesta en
práctica que la dirección se forja, se cohecciona ideológica y políticamente.
Los cuadros tienen que asumir la tarea de
explicarlo en cada uno de los organismos partidarios, centros fabriles o
batallón del ejército, dar la batalla por él, por su comprensión y defensa. No se puede esperar un accionar
constante sin demostrar que las acciones
particulares, puntuales y concretas responden a un objetivo general.
La
planificación sobre el desarrollo de la sociedad a crear era el instrumento
necesario e imprescindible para ir superando las trabas impuestas por el
capitalismo, por eso para hacerlo no se podían utilizar las armas (instrumental
técnico y político) heredadas. Era necesario hacer una profunda crítica de las
mismas, ya fuera en su versión occidental o la elaborada por la academia soviética.
La
elaboración de un camino propio de transito al socialismo lo lleva a cuestionar
la preponderancia que tienen los bienes materiales en la construcción de la
sociedad nueva y a resaltar el carácter esencialmente humano y por lo tanto consciente
del mismo. Algunos de estos temas están en el llamado “joven Marx” pero el
pensamiento de Guevara no lo toma para retroceder a una visión antropológica
pre “El Capital” sino que lo retoma para insertarlo en un análisis que hace del
ser humano un partícipe activo.[30]
Su pensamiento lo enfrentaba directa o
indirectamente al corpus teórico soviético pero también al que se iba formado
en Europa como una respuesta al mismo[31].
Hay
en el Che una lectura del joven Marx pero en un sentido diferente a la europea:
estos lo utilizan para criticar el socialismo soviético sin ser capaces de
ofrecer una alternativa, en gran parte porque es un esfuerzo intelectual y
teórico no inserto en las masas. Si bien existe una preocupación común en torno
al hecho de poner al ser humano en el centro de las preocupaciones[32]
se diferencian en que el Che no pierde la confianza en la capacidad del partido
y de las masas ni en la posibilidad de
construir el socialismo en un país subdesarrollado.
El sumergirse en el estudio del Marx del 44
implica para Guevara la búsqueda de respuestas concretas a la construcción del
socialismo en su país. No se trata de una elucubración teórica de lo que
debería hacerse o cómo podría ser el socialismo si se hubiera hecho lo que Marx
planteaba, se trata de retornar a Marx como parte de la praxis revolucionaria.
Retomar
el planteo marxiano de que el proceso a la sociedad comunista no puede ser
solamente un tema de bienes materiales, sino que al mismo tiempo es un hecho de
conciencia, conlleva a asumir que la gestión de gobierno no puede repetir las
experiencias conocidas hasta ese momento. El Che tampoco queda preso de una
concepción idealista que presuponga que solo por la educación de las masas se
puede generar el cambio. El cambio subjetivo, en la conciencia, tiene una base material concreta que hay que
transformar. Por eso va a buscar por diferentes medios controlar la ley del
valor y reducir a su mínima expresión el intercambio de mercancías a la interna
del país. La existencia de la mercancía, “célula económica del capitalismo”,
tienen necesariamente sus efectos a nivel de la conciencia.
El modelo económico y el hombre nuevo
El
hombre nuevo -sujeto transformador/transformado- se relaciona intrínsecamente
con su concepción económica. Para Guevara la preexistencia de la mercancía en
la sociedad, que se está construyendo, genera expresiones a nivel de la
conciencia[33]
que deforma el socialismo en tanto permiten la reproducción capitalista. Afirma
que no se puede utilizar las armas del capitalismo para una transformación
socialista[34]
por lo que es necesario preponderar los incentivos morales sobre los materiales
al contrario de lo que planteaba el
modelo soviético (lo que en su momento generó un debate a nivel interno
e internacional).
Su
discusión del modelo soviético aborda dos aspectos intrínsecamente
relacionados. Por un lado el hincapié que realiza del desarrollo de la nueva
sociedad, desde el punto de vista de la conciencia, lo hace profundizar en su
concepción del hombre nuevo. Por el otro el análisis económico lo lleva a ver
la existencia de límites en el
crecimiento económico y por lo tanto del propio desarrollo de la sociedad
socialista si se aplican los métodos preponderantes en el mundo socialista
El
modelo soviético se basaba en la planificación macroeconómica a través del
cumplimiento de metas quinquenales en distintas ramas de la producción. A nivel
microeconómico las empresas se autogestionaban, para obtener ganancias que
luego se repartían entre sus trabajadores, configurándose así el estimulo
material.
“(…)¿cuál es el defecto fundamental de todo el sistema? Que limita la posibilidad del desarrollo mediante la competencia capitalista
pero no liquida sus categorías ni
implanta nuevas categorías de un carácter más elevado. El interés
material individual era el arma capitalista
por excelencia y hoy se pretende elevar a la categoría de palanca de desarrollo, pero está limitado por la existencia de una sociedad donde no se
admite la explotación. En estas condiciones,
el hombre no desarrolla todas sus
fabulosas posibilidades productivas, ni se desarrolla él mismo como constructor consciente de la
sociedad nueva.”[35]
En
el socialismo la ley del valor no pude desarrollarse plenamente al no existir
un mercado libre en donde los productores eficientes y no eficientes compitan y
los segundos queden eliminados o sean capaces de desarrollar nuevas técnicas
para aumentar su productividad. Esto está dado porque el aparato productivo
está en función del conjunto de la sociedad y se elimina la rentabilidad de la
empresa. El problema se encuentra en que la competencia capitalista no es
sustituida por un nuevo motor que desarrolle la ciencia y la técnica, por lo
que esta se termina estancando.
Obviamente que avanzar en el camino de la competencia entre las empresas
sin tener presente al conjunto de la sociedad es abrir el camino al
capitalismo. Ante esta problemática y sabiendo que la principal fuerza productiva
es el ser humano, el Che va a plantear que el nuevo motor que desarrolle
continuamente la ciencia y la técnica debe ser el compromiso consciente del
individuo con la sociedad.
Existe
para el Che dos claros modelos de tránsito hacia el socialismo, uno ya vigente
pero que consideraba erróneo y el otro el que se intentaba desarrollar en Cuba.
“(…)una de las cosas que más me anima a trabajar, el
poder demostrar la eficiencia del método, porque
considero que estamos, naturalmente,
frente a una polémica más o menos pública, que se conoce claramente, que está enmarcada dentro de dos criterios
completamente diferentes. Es decir, por un lado la palanca del interés material, planificación centralizada hasta ciertos niveles, juego libre a las empresas
para que prácticamente luchen ellas entre sí en el ámbito nacional y los sistemas de contabilidad viejos.
Nosotros planteamos
aquí un sistema
centralizado de la dirección
de la economía, con un control bastante riguroso de las empresas, pero además
con un control consciente de los
directores de empresas y considerar el conjunto de la economía como una gran empresa y tratar de
establecer la colaboración entre
todos los participantes como miembros de una gran empresa, en vez de ser
lobitos entre sí, dentro de
la construcción del socialismo.”[36]
Utilizar
los instrumentos económicos sin discusión política es caer en el tecnocratismo,
por eso para el Che es imprescindible hacerse la pregunta de cuál es el
objetivo del modelo económico que se quiere aplicar: si se busca el aumento de la productividad en el
corto plazo los incentivos económicos pueden ser la solución, si por el
contrario el objetivo es romper con la alienación del trabajo hay que trabajar
sobre la conciencia. Por eso utilizar un mecanismo como los incentivos
materiales, que conlleva a hacer del hombre una mercancía que vale más en tanto
produce más, generando así la reproducción de una dinámica que socaba el
proyecto futuro. “Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la
ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como
célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca,
etc.), se puede llegar a un callejón sin salida. Y se arriba allí tras recorrer
una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces y donde
es difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta. Entre tanto, la base
económica adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la
conciencia. Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material
hay que hacer al hombre nuevo.”[37]
“El estímulo moral, la creación de una nueva conciencia
socialista, es el punto en que debemos apoyarnos y hacia donde debemos ir y hacer énfasis en él.
El estímulo material es el rezago del pasado, es aquello
con lo que hay que contar,
pero a lo que hay que ir quitándole preponderancia en la conciencia de la gente a medida que avance el
proceso. Uno está en decidido
proceso de ascenso; el otro debe estar en decidido proceso
de extinción. El estímulo material no participará en la sociedad nueva que se crea, se extinguirá en el camino
y hay que preparar las condiciones
para que ese tipo de movilización que hoy es efectiva vaya perdiendo cada vez
más su importancia y la vaya ocupando el estímulo moral, el sentido del deber, la nueva conciencia revolucionaria.”[38]
En
las actas de las reuniones del consejo de industria vemos claramente sus
preocupaciones:
“(…) Ahora nos
interesa el hombre y de ahí la cita [de Marx 1844] que, no por ser de su
juventud, tiene menos valor como expresión
del pensamiento del filósofo.
«El comunismo, como superación positiva de la
propiedad privada, como autoenajenación
humana y, por tanto, como real apropiación de la esencia humana por y para el hombre; por tanto, como el
retorno total, consciente y logrado dentro de
toda la riqueza del desarrollo anterior, del hombre para sí como un hombre social, es decir, humano. Este comunismo es, como
naturalismo acabado = humanismo y,
como humanismo acabado = naturalismo; es la verdadera solución del conflicto
entre el hombre y la naturaleza y
del hombre contra el hombre, la verdadera solución de la pugna entre la
existencia y la esencia, entre la objetivación y la afirmación de sí mismo, entre la libertad y la necesidad, entre el
individuo y la especie. Es el secreto revelado
de la historia y tiene la conciencia de ser esta solución».
La palabra conciencia
es subrayada por considerarla básica
en el planteamiento del
problema; Marx pensaba en la liberación del hombre y veía al comunismo como la solución de las contradicciones
que produjeron su enajenación,
pero como un acto consciente. Vale decir, no puede verse el comunismo meramente como el resultado de contradicciones de
clase en una sociedad de alto desarrollo, que fueran a resolverse en una etapa
de transición para alcanzar
la cumbre; el hombre es el actor consciente de la historia. Sin esta conciencia, que engloba la de su ser social, no puede haber
comunismo”-[39]
Para
Guevara centrar la discusión en lo que momentáneamente solucionaba el problema
de la producción (el estímulo material) sin tener presente las consecuencias
ulteriores era un error. Incentivar solo
desde el punto de vista material el aumento de la productividad de los
trabajadores era seguir viendo al
trabajo como una tarea penosamente realizada y no como una necesidad de
humanización y liberación del ser humano. El hombre para realizarse en su
trabajo se tiene que consustanciar con el mismo, ahora esto “es algo a
construir, a organizar”[40]
Esto implica una “(…)
forma de educación en la cual el trabajo pierde la categoría de obsesión que
tiene en el mundo
capitalista y pasa a ser un grato deber social, que se realiza con alegría, que se realiza al son de
cánticos revolucionarios, en
medio de la camaradería más fraternal, en medio de contactos humanos que vigorizan a unos y
otros, y a todos elevan”[41].
En este marco el
trabajo voluntario asumido como una responsabilidad social, como una necesidad
interior de brindarse al desarrollo del socialismo, sin otra recompensa que la
autosatisfacción del deber cumplido “(…) es la expresión genuina de la actitud comunista ante el trabajo, en una
sociedad donde los
medios fundamentales de producción son de propiedad social; es el ejemplo de
los hombres que aman la causa de los proletarios y que
subordinan a esa causa sus momentos de recreo y de descanso para cumplir abnegadamente con las tareas de la
Revolución. El trabajo voluntario es
una escuela creadora de conciencia,
es el esfuerzo realizado en la sociedad y para la sociedad como aporte
individual y colectivo, y va formando
esa alta conciencia que nos permite acelerar el proceso del tránsito hacia el comunismo.”[42]
Su importancia no está en el aumento de la producción, que no deja de ser
importante, sino en la concreción práctica del hombre nuevo. Por eso en
particular los miembros de la dirección del partido y del Estado deben ser los
primeros en acudir a realizarlo.
El trabajo voluntario tiene que ser parte de una
compulsión interna, de una necesidad surgida desde la conciencia individual. El
Che advierte que el trabajo voluntario basado en la presión social se puede
convertir en mecánico y por lo tanto en trabajo alienado. [43]Cumplir
con las metas de un plan elaborado por “otros” pude ser parte de una acción que
sirve para integrarse, para ser reconocido en una determinada sociedad sin por
ello ser asumido por el individuo como una necesidad de su propio desarrollo
como persona, como ser humano que se realiza en el acto del trabajo.
Su
hincapié en los estímulos morales como palanca del desarrollo por encima de los
estímulos materiales tiene como base una profunda reflexión filosófica sobre el
papel del ser humano como constructor consciente de su propio destino. Para él
la transformación de la conciencia no debía esperar a que se produjera el
cambio en la base material sino que debía comenzar desde el mismo momento en que comenzaba el proceso
revolucionario. No hay en sus escritos
una idealización de los seres humanos sino que trata de entenderlos,
entenderse, como influidos por las contradicciones de una sociedad divida en
clases.
“(…) En nuestra posición, el comunismo es un fenómeno de conciencia
y no solamente un
fenómeno de producción; y que no se puede llegar
al comunismo por la simple acumulación mecánica de cantidades de productos
puestos a disposición del pueblo. Ahí se
llegaría a algo, naturalmente, de alguna forma especial de socialismo. Eso que está definido por Marx como el
comunismo y lo que se aspira en general como comunismo, a
eso no se puede llegar si el hombre no es consciente. Es
decir, si no tiene una conciencia nueva frente a la sociedad; entonces nosotros tratamos
de darle esa conciencia nueva frente a la sociedad;
separamos lo más posible de los
estímulos materiales, sin dejar de
reconocer los estímulos materiales como necesarios en estos momentos, es decir, no planteamos
una situación ilusa, una situación ideal,
planteamos la situación en Cuba en el año
1963, ahora en el 64, saliendo de una etapa semicolonial, de todos los vicios, de todas las taras que nos deja el
capitalismo, con la misma gente, con todos nosotros con mentalidad capitalista, hace unos años
pensando siempre cuánto íbamos a
ganar, cómo íbamos a hacer para tener la casita, el yate o la comida en muchos casos, eso dependía de cómo estuviera cada uno, el médico, el ingeniero,
todo era así. Con toda esa gente, con los obreros, con todas las taras
que también se crean en la lucha económica
por mantener un salario frente a las
condiciones de vida que se van agravando, nosotros tenemos que construir el socialismo. Entonces no podemos partir de una situación ideal y decir,
"ahora suprimimos el interés
material", de ninguna manera.
Nosotros tenemos
que reconocerlo, pero tenemos que reconocerlo como un mal y eso es uno de los
puntos fundamentales en que nosotros
divergimos de la concepción
llamada "estímulo
económico" del Cálculo Económico. Es decir, allá se habla de la palanca del interés material y nosotros aquí
hablamos del interés moral
como cosa básica y el interés material como mal reconocido. Por eso nosotros,
al hacer las normas de trabajo, establecimos eso que hemos llamado en forma un
poco ridícula "desestímulo
material", pero que tiene un sentido, es decir,
que el estímulo material nosotros lo reconocemos como negativo, entonces atacamos lo negativo, es decir,
atacamos el que el hombre sea capaz
de ganar un salario, estar frente a un trabajo, recibir ese salario y no
cumplir con una tarea. Entonces aplicamos
la norma desestimulándolo, no pagándole lo que no cumpla, y en cierta medida lo estimulamos. Pero para que llegue el estímulo a convertirse en un estímulo de
capacitación, es necesaria esa
etapa prevista de una capacitación para pasar a un nivel superior. Esa es la tarea en cuanto a la capacitación
individual de tipo mecánico, es decir, a la toma de, conciencia de tipo
mecánico.
En cuanto a la toma
de conciencia de tipo dinámico
que nosotros debemos hacer, una de las fundamentales, es el trabajo voluntario. Los efectos económicos del trabajo
voluntario no deben medirse
por los efectos económicos de la cantidad de horas que trabajó de más el equipo del ministerio en
tal o más cual lado, sino por
la cantidad de horas extras, horas fuera de su trabajo para dedicarse a la
producción, y que de esa forma se produzca aquello
que una vez habíamos hablado, la "compulsión
moral" y vaya más gente uniéndose a este tipo de emulación socialista (…)".[44]
La
respuesta a un periodista sintetiza su idea de socialismo:
“El
socialismo económico sin la moral comunista no me interesa. Luchamos contra
la miseria, pero al mismo tiempo luchamos contra la alienación. Uno de los
objetivos fundamentales del marxismo es hacer desaparecer el interés, el factor «interés individual» y provecho de las
motivaciones sicológicas.
Marx se preocupaba tanto de
los hechos económicos como de su traducción en la mente. Él llamaba eso un
«hecho de conciencia». Si el comunismo descuida los hechos de conciencia puede
ser un método de repartición, pero deja de ser una moral revolucionaria”[45]
LA ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO DE ERNESTO GUEVARA
El
marxismo soviético había reducido al ser humano a ser un actor de las
condiciones objetivas, de su contexto histórico. La ruptura con esta visión
mecanicista del marxismo tendrá en el Che uno de sus exponentes. En el pensamiento
de Guevara el ser humano retoma su lugar como un sujeto histórico,
transformador de la realidad donde vive. En la década de los 60 la profundización de
las contradicciones socio-económicas (crisis del modelo ISI , profundización de
la dependencia) de América latina , la agudización y elevación de la lucha de
clases permitió un desarrollo fructífero de la teoría en aquellos que se
atrevieron a hacer preguntas sin responderlas de antemano con los manuales en
boga.
El
rescate del sujeto que realiza el Che tiene pertinencia tanto frente al
neoliberalismo que niega al sujeto y a la utopía como a las construcciones
teóricas que enfrentándose al neoliberalismo diluyen al sujeto emancipador y
generan una utopía limitada.
Toda
teoría es hija de su tiempo. Las actuales explicaciones son reflejo contradictorio y complejo de la
derrota implosiva del socialismo y de la crisis de la izquierda, del reflujo
revolucionario de finales de los 80´ y comienzos de los 90´, de la aparición de
nuevos movimientos sociales y de la preponderancia del imperialismo
norteamericano. Esto explica porque muchos de estos intelectuales ven los
fenómenos y no la esencia, o por que
elevan a categoría general procesos particulares. Una parte importante de los
teóricos de los nuevos movimientos sociales asume que en el nuevo marco mundial
el capital ya no se encuentra condicionado por las fronteras nacionales. Se ha
producido una transnacionalización desnacionalizadora del capital[46].
Existe, por lo tanto, una clase dominante mundial, trasnacional. Su poder se
expresa a través de organizaciones supranacionales que controlan el mundo[47] y
que por su accionar conllevan a la extinción del Estado-nación [48]. Esto implica una nueva fase del capitalismo,
ya no se trata del capitalismo monopolista de Estado sino del imperio[49].
Un imperio sin nación, sin frontera
Esto
cambios trajeron aparejados la disgregación y disminución de la clase obrera,
producto de la propia restructuración del capitalismo. Así la clase obrera ha
perdido su rol central en la producción porque actualmente la mayor parte de la
producción es inmaterial[50]. Al
mismo tiempo que otros sectores sociales asumen este un rol , convirtiéndose en
los nuevos sujetos del cambio social.[51]
La clase obrera ya no es mas la clase revolucionaria por excelencia sino que es
uno mas de los sectores marginados, excluidos. Es parte de la multitud. No es
mas el sector de vanguardia por que la vanguardia no existe.
Frente
a este razonamiento que se detienen en la forma que adquieren los procesos y no
en su esencia es interesante ver como Guevara, en otro contexto histórico, intenta
dar respuestas a una realidad en donde
la clase obrera fabril, si bien se encontraba concentrada, era porcentualmente
minoritaria en comparación con el campesinado.
En
primer lugar Guevara asume de hecho que la contradicción fundamental no es la
que se da al interior de la sociedad entre la burguesía y el proletariado,
debido a que la misma está subordinada a la contradicción mundial entre países
explotadores y explotados. Esta división internacional del trabajo tiene como
consecuencia que la clase obrera de los
países explotadores mantienen un nivel de vida a expensas de la situación
de los explotados de los países dependientes, convirtiéndose así en una clase que
no puede ser vanguardia[52].
Esta afirmación lo acercaba a lo que en ese momento planteaba el Partido
Comunista Chino
La
misma división internacional del trabajo genera a la interna de los países
dependientes un desplazamiento del grado de explotación. La inserción en el mercado
mundial de productos primarios y la aplicación del modelo ISI a la interna de
los países genera que la clase revolucionaria en los países dependientes es el
campesino[53]
y no el proletariado que es integrado al modelo tanto como fuerza laboral como
consumidor de los productos finales[54].
Por
último avanza en una diferenciación entre la clase revolucionaria y la teoría de clase de vanguardia. Esta
distinción permite que el marxismo, como síntesis teórica de la clase de
vanguardia se convierta en la guía de la clase que por su lugar en el sistema
productivo es actualmente la más explotada.
Su
centro es lo político/ideológico algo que han olvidado los teóricos de los
nuevos movimientos sociales, que relegan o mejor dicho desechan la discusión
sobre el poder y como tomarlo. El Che jamás niega el papel de la teoría
política, ni de las construcciones marxistas pese a que critica las
construcciones teórico/practicas que en su nombre se han hecho en el siglo XX.
En tal sentido reafirma constantemente el papel de la organización partidaria
como vanguardia en el proceso y no la diluye en el carácter autónomo y
espontaneo de las masas.
Su
actualidad está dada por su capacidad de pensar América sin por ello renegar de
los avances del propio movimiento popular. El Che como pensador americano se
nos muestra como un buscador constante de respuestas a las interrogantes que el
accionar sobre la realidad le producía sin por ello atarse a manuales o principios dogmaticos.
“Permítame intentar unas conclusiones:
Nosotros, socialistas, somos más libres
porque somos más plenos; somos más plenos por ser más libres.
El esqueleto de nuestra libertad completa
está formado, falta la sustancia proteica y el ropaje; los crearemos.
Nuestra libertad y su sostén cotidiano
tienen color de sangre y están henchidos de sacrificio.
Nuestro sacrificio es consciente; cuota para
pagar la libertad que construimos.
El camino es largo y desconocido en parte;
conocemos nuestras limitaciones. Haremos el hombre del siglo XXI: nosotros
mismos.
Nos forjaremos en la acción cotidiana,
creando un hombre nuevo con una nueva técnica.
La personalidad juega el papel de
movilización y dirección en cuanto que encarna las más altas virtudes y
aspiraciones del pueblo y no se separa de la ruta.
Quien abre el camino es el grupo de
vanguardia, los mejores entre los buenos, el Partido.
La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud, en ella
depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la
bandera.[55]
[1] Tomemos como ejemplos los
clásicos libros de Perry Anderson sobre el marxismo occidental en donde en
función de su propia tesis central el
estudio de marxismo americano debería haber sido imprescindible y sin
embargo no hay mención al mismo.
[2] Basta recordar como la postura
de los delegados peruanos a la conferencia de partidos comunistas en 1928
cuestionaba las tesis de la tercera internacional. Ver José Carlos Mariategui,
“Ideología y política”, Lima, Amauta, 1987
[3] Al decir de Mariategui “El
socialismo no es, ciertamente, una doctrina indo-americana. Pero ninguna
doctrina, ningún sistema contemporáneo lo es ni puede serlo. Y el socialismo,
aunque haya nacido en Europa, como el capitalismo, no es tampoco específico
ni particularmente europeo. Es un movimiento mundial, al cual no se sustrae
ninguno de los países que se mueven dentro de la órbita de la civilización
occidental.(…) Hace cien años, debimos nuestra independencia como naciones al
ritmo de la historia de Occidente, que desde la colonización nos impuso
ineluctablemente su compás. Libertad, Democracia, Parlamento, Soberanía del
Pueblo, todas las grandes palabras que pronunciaron nuestros hombres de entonces,
procedían del repertorio europeo. La historia, sin embargo, no mide la
grandeza de esos hombres por la originalidad de estas ideas, sino por la
eficacia y genio con que las sirvieron. Y los pueblos que más adelante marchan
en el continente son aquellos donde arraigaron mejor y más pronto. La
interdependencia, la solidaridad de los pueblos y de los continentes, eran sin
embargo, en aquel tiempo, mucho menores que en éste. El socialismo, en fin,
está en la tradición americana. La más avanzada organización comunista,
primitiva, que registra la historia, es la incaica.
No
queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser
creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en
nuestro propio, lenguaje, al socialismo indo-americano. He aquí una misión digna
de una generación nueva.” En “Aniversario y balance”, en Obras completas
“Ideología y política”, Lima, Amauta, 1986, pp.248-249
[4] Kohan, N., cita que “(…)Por ejemplo, Carlos Infante,
hermano de Tita Infante, la gran amiga de juventud del Che, señala: “Ella era
afiliada a la juventud comunista de la Facultad de Medicina de Bs.As., no así
Ernesto, que era un joven muy independiente.
Acostumbraban
a tomar una hora para intercambiar opiniones y yo intervenía, discutíamos
apasionadamente. Ellos discutían sobre marxismo, sectarismo, acerca de la falta
de flexibilidad y elasticidad de la juventud comunista argentina. Tita no era
sectaria, estaba mucho más cerca del pensamiento de él...Tita le dio a leer a Aníbal Ponce...Hay
tres libros de Aníbal Ponce que leyeron ambos: Educación y lucha de clases,
Humanismo burgués, humanismo proletario y El viento en el mundo.
Estoy seguro que leyeron Ambición y angustia de una adolescente, porque
eran estudiosos y éste es un trabajo psiquiátrico muy interesante de Aníbal
Ponce”. Cfr. En Adys Cupull y Froilán González: Cálida presencia. La amistad
del Che y Tita Infante a través de sus cartas. Rosario, Ameghino, 1997.p.16.”
“Che Guevara el sujeto y el
poder”, versión
electrónica www.rebelion.org, p.11 nota
11
[5] Esta preocupación por la
filosofía la tiene desde su temprana juventud en donde va compilando
definiciones para un diccionario filosófico, inédito al momento de escribir
este trabajo. Su preocupación sobre el tema no lo abandona ni en el fragor de
la batalla. En diciembre de 1965, desde Tanzania, le escribe una carta a
Armando Hart: “Te felicito por la
oportunidad que te han dado de ser Dios: tienes 6 días para ello. Antes de que acabes y te sientes a descansar como hizo
tu predecesor, quiero exponerte algunas
ideíllas sobre la cultura de nuestra vanguardia y de nuestro pueblo en general.
En este largo período de vacaciones le metí la nariz a la filosofía,
cosa que hace tiempo pensaba hacer. Me encontré con la primera dificultad: en
Cuba no hay nada publicado, si excluimos los
ladrillos soviéticos que tienen el inconveniente de no dejarte pensar; ya el partido lo hizo por ti y tú
debes digerir. Como método, es lo más antimarxista,
pero, además suelen ser muy malos, la segunda, y no menos importante, fue
mi desconocimiento del lenguaje filosófico (he luchado duramente con el maestro
Hegel y en el primer round me dio dos
caídas). Por ello hice un plan de estudio para mí que, creo, puede ser estudiado y mejorado mucho
para constituir la base de una verdadera escuela de pensamiento; ya hemos hecho mucho, pero algún día tendremos
también que pensar. El plan mío es de
lecturas, naturalmente, pero puede adaptarse a publicaciones serias de la editora política.
Si
le das un vistazo a sus publicaciones podrás ver la profusión de autores
soviéticos y franceses que tiene. Esto se
debe a comodidad en la obtención de traducciones y a seguidismo
ideológico. Así no se da cultura marxista al pueblo, a lo más, divulgación marxista, lo que es necesario, si la divulgación
es buena (no es este el caso), pero insuficiente”
En Armado Hart, “Marx, Engels y la condición humana. Una visión desde Cuba”, La
Habana, Ciencias sociales,2005
[6] Yamandú Acosta sostiene la
tesis de que el “(…) sujeto latinoamericano se constituye en el proceso mismo
de la elaboración de su pensar filosófico. No es un sujeto constituido que
objetiva su subjetividad en un discurso filosófico, sino que es un sujeto que
se constituye en el sentido de alcanzar una mejor definición en el proceso de
filosofar, como proceso de autoafirmación” y más adelante agrega siguiendo a
Roig “la “filosofía americana” no es “americana” exclusivamente por la
“naturaleza de sus objetos”, sino antes bien , por las respuestas que el sujeto
da frente a esos objetos, o como dice Alberdi, “por la forma de las
soluciones.” En “Sujeto y democratización en el contexto de la globalización”,
Montevideo, Nordan, 2005, p. 14 notas 2 y 3
[7] GUEVARA, Ernesto, “Notas para
el estudio de la ideología de la revolución cubana”, en “Obras completas”,
Buenos Aires, Macla, 1997, p. 173
[8] Es bueno precisar que varios
de los textos que utilizamos fueron publicados en forma íntegra recién en el siglo XXI, aunque ya existían menciones
o extractos en otros libros.
[9] En particular sus
apreciaciones se dan en el marco de los análisis del periodo de transición del
capitalismo al comunismo: “Si a esto se agrega el escolasticismo que ha frenado
el desarrollo de la filosofía marxista e impedido el tratamiento sistemático
del período, cuya economía política no se ha desarrollado, debemos convenir en
que todavía estamos en pañales y es preciso dedicarse a investigar todas las
características primordiales del mismo antes de elaborar una teoría económica y
política de mayor alcance”. GUEVARA, Ernesto, “El socialismo y el hombre
en Cuba” en “El socialismo y el hombre
nuevo”, México, Siglo XXI,1988, p.11
[10] Un ejemplo claro de ello es el
plan de estudios que envía a Hart en donde no excluye las lecturas de los
autores “prohibidos” como es el ejemplo de Trostky o Luxemburg. En la carta a
Armado Dávalos en donde expone su programa de estudio de filosóficos le dice
“(…) y debía estar tu amigo Trotsky, que existió y escribió, según parece” En Armado Hart, “Marx, Engels y la condición
humana. Una visión desde Cuba”, La Habana, Ciencias sociales, 2005, p. XLVI
[11] “ Es hora de que el garrote
conteste al garrote, y si hay que morir, que sea como Sandino y no como Azaña”
carta de abril de 1954 en GUEVARA
LYNCH, Ernesto, “Aquí va un
soldado de América”, Barcelona, Plaza James, 2000, p. 65
[12] Kohan ubica temporalmente esta
búsqueda. “Guevara toma contacto con los textos clásicos de Marx, Engels y Lenin
varios años antes de la proclamación socialista de la Revolución que hace Fidel
Castro a inicios de los '60. Su formación filosófica, política y económica
anterior a la Revolución Cubana incluye por lo menos la lectura de El
Manifiesto Comunista y El
Capital de Marx; el Anti-Dühring de Engels; El Estado y la revolución y El imperialismo, fase superior del
capitalismo de Lenin.
Con
los dos primeros tuvo contacto entre los 16 y los 17 años, cuando comienza a
redactar un diccionario filosófico. Las notas para ese diccionario las escribe
en diferentes épocas y las culmina en México. Los otros tres los analizó en sus
años de estudios universitarios.” KOHAN, “Che Guevara
el sujeto y el poder”,
versión electrónica www.rebelion.org, pp.
7-8
[13] Situación que recordará años
después frente a los futuros médicos cubanos para mostrar la diferencia entre
el pequeñoburgués y el hombre nuevo.
[14] “El cuerpo pide a gritos un
colchón pero la voluntad se opone y continúo la marcha”, GUEVARA,
Ernesto, “América latina. Despertar de un continente”, La Habana, Ciencias
sociales, p. 19. Desde joven se esforzará en superar sus
falencias físicas, por ejemplo, ingresando al equipo de rugby de Granado. Esto
será una constante en la vida de Guevara: no dejar que su asma sea una
limitante.
[15] En el diario hace referencia a
este trabajador como un linyera lo que demuestra sus perjuicios de clase.
[16] GUEVARA,
Ernesto, “América latina. Despertar de un continente”, La Habana, Ciencias
sociales, 2004, p.
29
[17] “Un gran aliciente para su
inicial acercamiento al marxismo teórico se da en Guatemala en 1954, en la
biblioteca de la que sería su mujer Hilda Gadea. Y posteriormente, exiliado de
Guatemala tras el golpe contrarrevolucionario contra Arbenz, recibe de manos de
su amigo Arnaldo Orfila Reynal -por esa época director de FCE Fondo de Cultura
Económica y luego de Siglo XXI- los tres tomos de El Capital, en la
traducción de Wenceslao Roces. Su padre también señala la importancia que tuvo
en su inicial interés por el marxismo la amistad - nacida en 1954 en Guatemala
y continuada luego de la toma del poder en Cuba en los años sesenta- con el
profesor norteamericano Harold White, quien en 1928 había impartido clases de
marxismo en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Utah y había escrito
una obra sobre el mismo tema publicada en los EEUU.
Además,
en uno de sus viajes continentales se aloja sugestivamente en la casa del
comunista peruano Hugo Pesce, uno de los dos delegados mariateguianos a la
conferencia comunista de Buenos Aires de 1929. Le dice entonces en una carta
(mayo/1952) a su amiga Tita Infante: “Afortunadamente encontramos en Lima,
junto con un maestro de la lepra un espíritu comprensivo como es el Dr. Hugo
Pesce, que ha solucionado la mayoría de nuestros problemas más apremiantes. De
paso le diré que las ideas de este señor se parecen mucho a las suyas [Tita era
militante comunista en Buenos Aires] pero no es tan romántico como usted”. Es
sumamente probable que en ese momento haya tomado contacto directo con la obra
de José Carlos Mariátegui, padre intelectual de Pesce.” Kohan, N., “Che Guevara el sujeto y el poder”, versión electrónica www
rebelión.org, p 9
[18] Ver carta a su madre hacia
fines de 1954, en GUEVARA, Ernesto, “América Latina.
Despertar de un continente”, La Habana, Ciencias sociales, 2004, p.125
[19] “(…) es el único grupo
político de Guatemala que fue al gobierno a cumplir con un programa en el que
los intereses personales no cuentan (tal vez haya un demagogo en su electo
directivo) en franco contraste con los otros tres grupos de partidos que son
verdaderas ollas de grillo, hasta el punto de haberse fraccionado cada uno de
ellos en por lo menos dos alas antagónicas y llegar a la vergüenza de hacer
pactos con la oposición para obtener la presidencia en el Congreso”. Carta a
Tita Infante marzo de 1954 en GUEVARA, Ernesto, “América latina.
Despertar de un continente”, La Habana, Ciencias sociales, 2004, 119
[20] “(…) y en la hecatombe que fue
Guatemala después de la caída, donde cada uno atendía solo al sálvese quien
pueda, los comunistas mantuvieron intacta su fe y su compañerismo y es el único
grupo que siguió trabajando allí.
Creo
que son dignos de respeto y que tarde o temprano entraré en el Partido, lo que
me impide hacerlo más que todo, por ahora, es que tengo una ganas bárbaras de
viajar por Europa y no podría hacer eso sometido a una disciplina rígida”.
Carta a su madre noviembre de 1954 en GUEVARA, Ernesto, “América latina.
Despertar de un continente”, La Habana, Ciencias sociales, 2004, pp. 123-124
[21] GUEVARA, Ernesto, “El
socialismo y el hombre en Cuba” (1965) en
“El socialismo y el hombre nuevo”, México, Siglo XXI,1988
[22] ídem
[23] El joven Guevara asiste a los
desfiles por el día de la independencia en Bolivia en pleno proceso
transformador, “Era una manifestación pintoresca pero no viril. El paso cansino
y la falta de entusiasmo de todos que quitaba fuerza vital, faltaban los
rostros enérgicos de los mineros, según decían los conocedores” GUEVARA,
Ernesto, “América Latina. Despertar de un continente”, La Habana, Ciencias
sociales, 2004, p.53
[24] Siguiendo claramente la tesis
tercera sobre Feuerbach de Marx “La teoría materialista de que los hombres son
producto de las circunstancias y de la educación, y de que, por tanto, los
hombres modificados son producto de circunstancias distintas y de una educación
modificada, olvida que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien
las circunstancias y que el propio educador necesita ser educado. Conduce,
pues, forzosamente, a la división de la sociedad en dos partes, una de las
cuales está por encima de la sociedad (así, por ej., en Roberto Owen). La
coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana
sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica
revolucionaria”
[25] “Intentaré, ahora, definir al individuo,
actor de ese extraño y apasionante drama que es la construcción del socialismo,
en su doble existencia de ser único y miembro de la comunidad.
Creo
que lo más sencillo es reconocer su cualidad de no hecho, de producto no
acabado. Las taras del pasado se trasladan al presente en la conciencia
individual y hay que hacer un trabajo continuo para erradicarlas.
El
proceso es doble, por un lado actúa la sociedad con su educación directa e
indirecta, por otro, el individuo se somete a un proceso consciente de
autoeducación” “El socialismo y el hombre en Cuba” (1965) en GUEVARA, Ernesto, “El socialismo y el hombre
nuevo”, México, Siglo XXI, 1988.
[26] Las masas: “(…) este ente
multifacético no es, como se pretende, la suma de elementos de la misma
categoría (reducidos a la misma categoría, además, por el sistema impuesto),
que actúa como un manso rebaño. Es verdad que sigue sin vacilar a sus
dirigentes, fundamentalmente a Fidel Castro, pero el grado en que él ha ganado
esa confianza responde precisamente a la interpretación cabal de los deseos del
pueblo, de sus aspiraciones, y a la lucha sincera por el cumplimiento de las
promesas hechas.” Guevara, Ernesto, “socialismo y el hombre nuevo en cuba”
[27] “El
partido del futuro estará íntimamente unido a las masas y absorberá de ellas
las grandes ideas que después se plasmarán en directivas concretas; un partido
que aplicará rígidamente su disciplina de acuerdo con el centralismo
democrático y, al mismo tiempo, donde existan, permanentes, la discusión, la
crítica y la autocrítica abiertas, para mejorar el trabajo continuamente. Será
en esta etapa un partido de cuadros, de los mejores, y éstos deberán cumplir su
tarea dinámica de estar en contacto con el pueblo, transmitir las experiencias
hacia las esferas superiores, transmitir a las masas las directivas concretas y
ponerse en marcha al frente de éstas. Primeros en el estudio, primeros en el
trabajo, primeros en el entusiasmo revolucionario, primeros en el sacrificio;
en todo momento más buenos, más puros, más humanos que todos los otros, deben
ser los cuadros de nuestro partido.
Porque hay que recordar siempre
que el marxista no es una máquina automática y fanática dirigida, como un
torpedo, mediante un servomecanismo hacia un objetivo determinado.
De este problema se ocupa expresamente Fidel en una de sus intervenciones:
“¿Quién ha dicho que el marxismo es la renuncia de los sentimientos humanos, al
compañerismo, al amor al compañero, al respeto al compañero, a la consideración
al compañero?, ¿Quién ha dicho que el marxismo es no tener alma, no tener
sentimientos? Si precisamente fue el amor al hombre lo que engendró el
marxismo, fue el amor al hombre, a la humanidad, el deseo de combatir la
desdicha del proletariado, el deseo de combatir la miseria, la injusticia, el
calvario y toda la explotación sufrida por el proletariado, lo que hace que de
la mente de Carlos Marx surja el marxismo cuando precisamente podía surgir una
posibilidad real y más que una posibilidad real, la necesidad histórica de la
revolución social de la cual fue intérprete Carlos Marx. Pero, ¿qué lo hizo ser
ese intérprete sino el caudal de sentimientos humanos de hombres como él, como
Engels, como Lenin?”
Esta apreciación de Fidel es
fundamental para el militante del nuevo partido, recuérdenlo siempre,
compañeros, grábenselo en la memoria como su arma más eficaz contra todas las
desviaciones. El marxista debe ser el mejor, el más cabal, el más completo de
los seres humanos” GUEVARA,
Ernesto, “ El partido marxista-leninista”(1963) en “El socialismo y el hombre
nuevo”, México,
Siglo XXI,1988, p.51
[28]
“(
…)¿ qué es un cuadro? Debemos decir que un cuadro es un individuo que ha
alcanzado el suficiente desarrollo político como para poder interpretar las
grandes directivas emanadas del poder central, hacerlas suyas y transmitirlas
como orientación a la masa, percibiendo además las manifestaciones que ésta
haga de sus deseos y sus motivaciones más intimas. Es un individuo de
disciplina ideológica y administrativa, que conoce y practica el centralismo
democrático y sabe valorar las contradicciones existentes en el método para
aprovechar al máximo sus múltiples facetas; que sabe practicar en la producción
el principio de la discusión colectiva y decisión y responsabilidad únicas;
cuya fidelidad está probada y cuyo valor físico y moral se ha desarrollado al
compás de su desarrollo ideológico, de tal manera que está dispuesto siempre a
afrontar cualquier debate y a responder hasta con su vida de la buena marcha
de la revolución. Es, además, un individuo con capacidad de análisis propio,
lo que le permite tomar las decisiones necesarias y practicar la iniciativa
creadora de modo que no choque con la disciplina. El cuadro, pues, es un
creador, es un dirigente de alta estatura, un técnico de buen nivel político
que puede, razonando dialécticamente, llevar adelante su sector de producción o
desarrollar a la masa desde su puesto político de dirección (…)El desarrollo de
un cuadro se logra en el quehacer diario; pero debe acometerse la tarea,
además, de un modo sistemático en escuelas especiales, donde profesores
competentes, ejemplos a la vez del alumnado, favorezcan el más rápido ascenso
ideológico. En un régimen que inicia la construcción del socialismo, no puede
suponerse un cuadro que no tenga un alto desarrollo político, pero por
desarrollo político no debe considerarse sólo el aprendizaje de la teoría
marxista; debe también exigirse la responsabilidad del individuo por sus actos,
la disciplina que coarte cualquier debilidad transitoria y que no esté reñida
con una alta dosis de iniciativa, la preocupación constante por todos los
problemas de la revolución. Para desarrollarlo hay que empezar por establecer
el principio selectivo en la masa, es allí donde hay que buscar las
personalidades nacientes, probadas en el sacrificio o que empiezan ahora a
mostrar sus inquietudes, y llevarlas a escuelas especiales, o, en su defecto, a
cargos de mayor responsabilidad que lo prueben en el trabajo práctico. Así
hemos ido encontrando multitud de nuevos cuadros que se han desarrollado en
estos años; pero su desarrollo no ha sido parejo, puesto que los jóvenes
compañeros se han visto frente a la realidad de la creación revolucionaria sin
una adecuada orientación de partido. Algunos han triunfado plenamente, pero
hay muchos que no pudieron hacerlo completamente quedaron a mitad del camino, o
que, simplemente, se perdieron en el laberinto burocrático o en las
tentaciones que da el poder “ GUEVARA, Ernesto, “El cuadro columna
vertebral de la revolución” (1962) en “El socialismo y el hombre nuevo”, México,
Siglo XXI,1988p.30-31
[29] Entre las primeras acciones
que asume en el ministerio es organizar grupos de estudio de economía política.
[30] “(…) los manuscritos económicos de Marx, “son “de la época en que su producción fue bautizada como
de Marx el joven, cuando, incluso en su lenguaje, el peso de las ideas
filosóficas que contribuyeron a su formación se notaba mucho, y sus ideas sobre
economía eran más imprecisas. No obstante, Marx estaba en la plenitud de su
vida, ya había abrazado la causa de los
humildes y la explicaba filosóficamente, aunque sin el rigor científico de El Capital. Pensaba más como
filósofo, y, por tanto, se refería más concretamente al
hombre como individuo humano y a los problemas de su liberación como ser
social, sin entrar todavía en el análisis de la ineluctabilidad del
resquebrajamiento de las estructuras sociales de la época, para dar paso al periodo de transición; la dictadura del
proletariado. En El Capital, Marx se
presenta como el economista científico que analiza minuciosamente el carácter transitorio de las épocas sociales y su
identificación con las relaciones de
producción; no da paso a las disquisiciones filosóficas.
El peso de este monumento de la
inteligencia humana es tal que nos ha hecho olvidar frecuentemente el
carácter humanista (en el mejor
sentido de la palabra) de sus inquietudes. La mecánica de las relaciones de
producción y su consecuencia; la lucha de
clases, oculta en cierta medida el hecho objetivo de que son hombres los
que se mueven en el ambiente histórico” citado por TABLADA, Carlos, “El pensamiento económico en Ernesto Che
Guevara”, Caracas, Monte Ávila, 2006
p. LXXII-LXXIII
[31] “Esos años febriles son los del trabajo
voluntario y el debate económico, matizados por la investigación sistemática.
Cuenta Miguel Figueras -director por ese entonces de Planificación Perspectiva
del Ministerio de Industrias, a cargo del Che- que Guevara había armado dos
grupos de estudio por semana. Los lunes a la noche se reunía a estudiar
Matemáticas y uso de las estadísticas y los miércoles en el mismo horario, leía
y estudiaba colectivamente El Capital. En esa época llega también a Cuba
el profesor de economía política marxista Anastasio Mansilla. Lo que más
impacta -e incomoda, vaya si incomoda- en él es que reúne a un tiempo el
estudio y la elaboración sistemática de la teoría marxista y la práctica
política en su más alto escalón.
Es
en estos años cuando descubre los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 de
Marx y posiblemente vuelve a leer la obra de Aníbal Ponce: Humanismo
burgués, humanismo proletario, publicada en La Habana en 1962. (…). Si
Mariátegui fue sin duda el antecesor ideológico y político del Che en su
impulso antiimperialista y en su impugnación de los dogmas “materialistas” y
“deterministas” que sólo avalaban y justificaban el reformismo, Ponce es su
antecesor en la problemática del humanismo. Es indudable que Humanismo
burgués, humanismo proletario, es una de las fuentes directas del rescate
que el Che hace del “hombre nuevo”, del “hombre completo”, del “hombre total”.
También es sumamente llamativo el paralelo entre la crítica de Guevara al
burocratismo -por su culto a la rutina gris- y la prédica vitalista y
juvenilista de El hombre mediocre de José Ingenieros, otra de las
fuentes de “la hermandad de Ariel” tan presente en el ideario
latinoamericanista de la Reforma.
(….)De
la mano de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 y sin
proponérselo, el Che se instala abruptamente entonces en la discusión mundial
sobre la filosofía del marxismo y sobre la “cuestión de la alienación”,
incentivada por las revelaciones del XX Congreso del PCUS y las acaloradas
polémicas sobre los Manuscritos. No casualmente Jean Paul Sartre, uno de
los principales protagonistas de ese debate que definió al marxismo como “el
horizonte insuperable de nuestro tiempo”, caracterizó también al Che como “el
hombre más completo de nuestra época”.
Guevara
nunca escindió la filosofía y la economía de la política. En medio de esa
encendida voluntad de pensar, estudiar y crear en el plano teórico, el Che
seguía atentamente la marcha de la revolución latinoamericana. Recibía
periódicamente y sin descanso a numerosos revolucionarios, incluidos los
argentinos, con quienes discutía las distintas estrategias de lucha…” Kohan,
N., “Che Guevara el sujeto y el
poder”, versión
electrónica www.rebelión.org, pp. 11-12
[32] Un ejemplo es el razonamiento
de Fromm, en donde está presente que el hombre se realiza en el proceso de
producción. En donde el objetivo de la sociedad socialista no es la sociedad de
consumo sino ser capaz de vencer la pobreza. La obtención de los vienen
materiales por sí solo no humanizan al ser humano. “El
fin de la sociedad, para Marx, no es la producción de cosas útiles como un fin
en sí. Se olvida fácilmente, dice, "que la producción de demasiadas
cosas útiles da como resultado demasiados hombres inútiles." Las
contradicciones entre la prodigalidad y
la economía, el lujo y la abstinencia, la riqueza y la pobreza, sólo son
aparentes porque la verdad es que todas estas antinomias son
equivalentes. Es particularmente importante
entender esta postura de Marx en la
actualidad cuando los comunistas y la mayoría de los partidos
socialistas, con algunas excepciones
notables como los de la India, los birmanos y algunos socialistas europeos y norteamericanos han aceptado el principio que constituye la base de
todos los sistemas capitalistas, es decir, que la producción y el consumo máximos son los fines incuestionables de la sociedad. No hay que confundir, por
supuesto, el fin de superar la pobreza abismal que interfiere con una vida
digna con el fin de un consumo siempre creciente, que se ha convertido en el
valor supremo del capitalismo y del jruschovismo. La posición de Marx estaba claramente del lado de la conquista de la pobreza e, igualmente, contra el
consumo como fin supremo. (…)
Para
Marx, el fin del socialismo era la emancipación
del hombre y la emancipación del hombre era lo mismo que su autorrealización en el proceso de la relación y la unidad productiva con el hombre y la
naturaleza. El fin del socialismo era el desarrollo de la personalidad individual. “ FROMM, Erich, “”Marx
y su concepto del hombre” , pp.48-49
La idea es generar un trabajo no enajenado, sino un
trabajo consciente en función de un objetivo concreto. “ El tema central de Marx es la transformación del trabajo
sin sentido, enajenado, en un trabajo productivo, libre, no el mejor
pago de un trabajo enajenado por un
capitalismo privado o un capitalismo "abstracto" de Estado.” Ídem , p. 54
[33] “La nueva sociedad en
formación tiene que competir muy duramente con el pasado. Esto se hace sentir
no sólo en la conciencia individual en la que pesan los residuos de una
educación sistemáticamente orientada al aislamiento del individuo, sino también
por el carácter mismo de este período de transición con persistencia de las
relaciones mercantiles.
La
mercancía es la célula económica de la sociedad capitalista; mientras exista,
sus efectos se harán sentir en la organización de la producción y, por ende, en
la conciencia.” GUEVARA, Ernesto, “El socialismo y el hombre en Cuba”, “El
socialismo y el hombre en Cuba” en “El
socialismo y el hombre nuevo”, México, Siglo XXI,1988, p.6
[34] “Se corre el peligro de que
los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el
socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la
mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material
individual como palanca, etc.), se puede llegar a un callejón sin salida. Y se
arriba allí tras recorrer una larga distancia en la que los caminos se
entrecruzan muchas veces y donde es difícil percibir el momento en que se
equivocó la ruta. Entre tanto, la base económica adaptada ha hecho su trabajo
de zapa sobre el desarrollo de la conciencia. Para construir el comunismo,
simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo.
De
allí que sea tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización
de las masas. Ese instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin
olvidar una correcta utilización del
estímulo material, sobre todo de naturaleza social” GUEVARA, Ernesto, “El
socialismo y el hombre en Cuba” en “El socialismo y el hombre en Cuba” en “El socialismo y el hombre nuevo”, México,
Siglo XXI,1988, p.7
[35] GUEVARA, Ernesto, “Apuntes críticos
a la Economía política”, La Habana, Ciencias sociales, 2006, p.10
[36] GUEVARA, Ernesto, “Apuntes críticos
a la Economía política”, La Habana, Ciencias sociales, 2006, p. 267
[37] Ernesto Guevara “El socialismo
y el hombre en cuba”, en “El socialismo
y el hombre nuevo”, México, Siglo XXI,1988, p.7
[38] GUEVARA, Ernesto “Sobre la
construcción del Partido” (1963) en “El socialismo y el hombre nuevo”, p.37
[39] TABLADA, Carlos, “El pensamiento
económico en Ernesto Che Guevara”, Caracas, Monte Ávila, 2006pp LXXII-LXXIII
[40] GUEVARA, Ernesto “ El plan y
el hombre” (1964) en “El socialismo y el hombre nuevo”, p.55
[41] GUEVARA, Ernesto “Que debe ser un joven
comunista” (1962) en “Obras completas”, Buenos Aires, Macla, 1997, p.103
[42] GUEVARA, Ernesto “Una actitud
nueva frente al trabajo” (1964) en “Obras completas”, Buenos Aires, Macla,
1997, p.163
[43] “Hay una frase de Mao muy linda que dice algo así: "El hombre como ser
alienado es esclavo de su propia producción", esclavo de un trabajo en el cual consume parte de su naturaleza, y
sólo puede realizarse como persona cuando hace cosas
que no son necesarias para su supervivencia física, es decir, cuando
el trabajo se transforma en arte, o cuando realiza un trabajo voluntario
y aporta a la sociedad algo suyo. Pero nosotros no hemos aún logrado
encontrar la forma en la cual el hombre dé algo suyo. Hemos creado un aparato
mediante el cual la sociedad succiona el trabajo
voluntario. No sé si consigo hacerme
entender con esta disquisición, pero lo siento como un problema preciso. Que el hombre se sienta impelido al trabajo voluntario por su
propia resolución interna o bien por el
ambiente que lo rodea son cosas distintas... El ambiente debe ayudar al
hombre a sentir interiormente esta necesidad, pero si es sólo el ambiente, si
se trata sólo de una presión moral que lo empuja, entonces
también en el trabajo voluntario continuará su propia alienación; es
decir, no realizará algo propio, algo nuevo hecho en libertad. Seguirá
siendo esclavo del trabajo.”
GUEVARA, Ernesto “ El plan y el hombre” (1964) en “El socialismo y el hombre
nuevo”, p.67
[44] GUEVARA,
Ernesto, “Apuntes críticos a la economía política”, La Habana, Ciencias
sociales, 2006, pp.
270-272
[45] Citado por TABLADA, Carlos, “El pensamiento económico en Ernesto Che
Guevara”, Caracas, Monte Ávila, 2006,
p. 17
[46] "(…) la esencia de la
metamorfosis histórica que se intenta captar con el término
"globalización" puesto de moda tras la bancarrota de la URSS y el campo
socialista europeo, se expresa adecuadamente con la idea de la transnacionalización
desnacionalizadora del capitalismo monopolista de Estado. Se trata
de una transnacionalización subordinante de la aplastante mayoría de las
naciones y pueblos del mundo, no de una internacionalización en la que
cada pueblo y nación integre su cultura material y espiritual al acervo común
de la humanidad, en pie de igualdad con los restantes. El contenido real que se
expresa, se encubre o se hiperboliza con el término globalización es la metamorfosis
del capitalismo monopolista de Estado en capitalismo monopolista transnacional:
un proceso de ruptura de las barreras nacionales --economías, fronteras
geopolíticas, Estados, códigos jurídicos, culturas e identidades-- que
obstaculizan el libre desarrollo de los monopolios transnacionales, en
beneficio de una élite burguesa que ha logrado apropiarse de la mayor parte de
las riquezas del mundo."Rafael Cervantes
Martínez - Felipe Gil Chamizo Roberto Regalado Álvarez - Rubén Zardoya
Loureda "Historia universal y
globalización capitalista" edición electrónica
[47] "Quienes administran el
planeta son el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización
Mundial de Comercio... Estas estructuras tienen vocación para dirigir al mundo
por encima de los Estados y además, al lado de esas estructuras existen fuerzas
incontroladas que son los mercados financieros, cuyos flujos determinan en la
realidad muchas cosas de la vida'' Entrevista a Ignacio Ramonet "El
zapatismo fue la primera protesta en diez años contra la globalización "La Jornada
edición electrónica
[48] "Las tendencias que hoy suscitan la atención general bajo la
rúbrica multiuso de "globalización" están transformando una
constelación histórica caracterizada por el hecho de que Estado, sociedad y economía
son, por así decirlo, coextensivas dentro de los mismos límites nacionales. El
sistema económico internacional en el que los Estados trazan la frontera
entre la economía interna y las relaciones comerciales exteriores, está
metamorfoseándose en una economía transnacional
a raíz de la globalización de los mercados. A este respecto resultan
especialmente relevantes la aceleración a escala mundial de los flujos de
capital y la evaluación imperativa de las condiciones económicas nacionales a
cargo de mercados de capital globalmente interconectados. Esto explica por qué los
Estados ya no constituyen los nodos fundadores de la red mundial de relaciones
comerciales gracias a la estructura de relaciones interestatales o internacionales.
Hoy, se diría que son los Estados los que están insertos en los mercados y no
las economías las que están insertas dentro de las fronteras estatales" HABERMAS,
Jürgen, "El Estado-nación europeo y
las presiones de la globalización" en New Left Review Nº1(ed.en español)
[49] "El concepto de Imperio
se caracteriza fundamentalmente por una falta de fronteras: el mando del
Imperio no tiene límites. Primero y principal, entonces, el concepto de Imperio
incluye a un régimen que, efectivamente, abarca a la totalidad espacial, o que,
realmente, gobierna sobre todo el mundo “civilizado”. Ninguna frontera territorial
limita su reinado. Segundo, el concepto de Imperio no se presenta a sí mismo
como un régimen histórico originado en la conquista, sino como un orden que,
efectivamente, suspende la historia, y así fija el estado existente para la
eternidad. Desde la perspectiva del Imperio este es el modo en que serán
siempre las cosas, y el modo en que siempre debió ser. El Imperio presenta su
mando no como un momento transitorio en el movimiento de la historia, sino como
un régimen sin límites temporales, y, en este sentido, fuera de la historia, o
en el fin de la historia. Tercero, el mando del Imperio opera sobre todos los
registros del orden social, extendiéndose hacia abajo, a las profundidades del
mundo social. El Imperio no sólo maneja un territorio y una población, sino que
también crea al mundo que habita. No sólo regula las interacciones humanas,
sino que también busca, directamente, regir sobre la naturaleza humana. El
objeto de su mando es la vida social en su totalidad, y por esto el Imperio
presenta la forma paradigmática del biopoder. Finalmente, aunque la práctica
del Imperio está continuamente bañada en sangre, el concepto de Imperio está
siempre dedicado a la paz- una paz perpetua y universal, fuera de la
historia." A.Negri-W.Hart, "Imperio" versión electrónica
[50]"Lo inmaterial es más
importante que lo material. Por ejemplo, hoy el noventa y cinco por ciento de
la actividad económica del mundo es inmaterial, y solo el cinco por ciento es
material, esto es, produce objetos concretos con trabajadores concretos. Esta
tendencia es exactamente a la inversa de la de 1960, cuando el noventa y cinco
por ciento de la actividad económica era material industrial, con fabricas,
trabajadores, transporte de productos, y la actividad financiera representaba
sólo un cinco por ciento" Ramonet, I. en Mina Gianni, "Un mundo mejor
es posible”, Buenos Aires, El diplo, 2003.. Un intento de explicación teórica
de esta afirmación se encuentra en
M.Lazzarato- A.Negri "Trabajo inmaterial. Formas de vida y
producción de subjetividad" edición electrónica
[51] "(…) Este sujeto
emancipador está conformado por la comunidad de victimas del capitalismo
neoliberal y de todos aquellos que son solidarios con ella. La clase obrera
seguirá siendo un destacamento fundamental dentro de esta comunidad de víctimas,
pero probablemente no constituirá su fuerza hegemónica. La comunidad de
victimas es multicultural, pluriétnica, policlasista, de ambos géneros y
global, y abarca a todos aquellos que coincidan en la necesidad de democratizar
a fondo la economía, la política, la cultura y los sistemas de coerción física de
la sociedad mundial" H.D.Sttefan "El socialismo en el siglo XXI"
edición electrónica. También se puede ver
C.Korol "Piqueteros. Los desaparecidos sociales renacen en la
protesta" Enfoques alternativos, Argentina, mayo 2002,
R.Zibechi."Después de los saqueos ¿Pueden ser los excluidos sujetos?"
Brecha, 20.12.02
[52] “Precisamente, el desarrollo
de la explotación de los pueblos por parte del imperialismo ha provocado una
dicotomía en la actitud de los obreros de los países imperialistas;
organización y conciencia de clase explotada en lo interior, prescindencia del internacionalismo
proletario en lo externo, con lo que se la anula, transitoriamente al menos,
como vanguardia revolucionaría.” GUEVARA, Ernesto, “Apuntes críticos a la
economía política”, La Habana, Ciencias sociales, 2006, p. 62.
[53] (…)
No hay punto de contacto entre las masas proletarias de los países
imperialistas y los dependientes; todo
contribuye a separarlos y crear antagonismos entre ellos. También es falso que el proletariado (se distingue
claramente el proletariado de estos países de la ideología del
proletariado) sea el que cumpla el papel
dirigente en la lucha de liberación, en la mayoría de los países semicoloniales. La escala es esta: los proletarios
de los países imperialistas reciben las migajas de la explotación colonial y se vuelven cómplices de los
monopolistas; los obreros de los
países dependientes reciben un salario varias veces menor, pero un salario al fin y tienen cierta estabilidad en sus puestos sobre los que pesa una gran oferta de
trabajo de campesinos sin tierra y
desclasados; los campesinos de estos países son despojados de sus tierras para crear la posesión latifundista y
la oferta de trabajo; su economía natural desaparece y nada la reemplaza, son los auténticos miserables de este
momento en la gran mayoría de los
países. Son la fuerza revolucionaria.” GUEVARA,
Ernesto, “Apuntes críticos a la economía política”, La Habana, Ciencias
sociales, 2006, p.
83.
[54] Guevara tiene presente en su
análisis al modelo populista. Debemos recordar que el populismo se
enmarca dentro de un tipo de respuesta ante la crisis del modelo
agroexportador y del modelo oligárquico
basado en ella.
La bancarrota
del modelo se produce debido a la crisis de 1929. La debilidad numérica de la
burguesía le impide realizar, en forma completa, la revolución burguesa,
teniendo que aliarse con un sector de la oligarquía. Se forma así una alianza
tácita en donde la burguesía en el poder no atentará contra la oligarquía
agraria. En un mundo en donde los precios agrícolas han caído notoriamente,
defenderá sus intereses productivos. Los precios serán controlados por el
Estado que distribuirá las ganancias del sector agropecuario en el sector
secundario, a través de una política de cambios múltiples, para fomentar la
industria (que en la mayoría de los casos es sustitutiva).
La burguesía
para asegurar su poder de presión, frente a los terratenientes, tratará de
aglutinar dentro de su proyecto a la clase obrera. Clase a la cual pretenderá
mantener bajo su control prohibiendo todo intento de autonomía de clase; para
ello utilizará tanto la represión como la cooptación. La represión se
manifestará en la persecución de los partidos obreros y todo dirigente sindical
clasista. La cooptación se hará a través, por un lado, de la colocación de
dirigentes «obreros» adeptos al sistema. Los sindicatos se transformarán en un
trasmisor, a través del ministerio de trabajo, de los planteos populistas. Se
trata de controlar las manifestaciones de
los sindicatos para que la clase obrera no llegue a cuestionar el
sistema.
El campesinado será marginal dentro de la política populista debido a
que su condición precaria y paupérrima será la base económica de la alianza
dentro del bloque de poder. El bajo salario de los trabajadores rurales permitirá
mantener los precios de los productos que ingresan a las ciudades a un bajo
costo. Este sistema permite a los obreros adquirir los productos necesarios
para la reproducción de su fuerza de trabajo. El éxodo rural, que al mismo
tiempo se producirá hacia las ciudades, en busca de poder salir de la miseria,
forma parte del proceso de base social del populismo. Los campesinos en su
absoluta mayoría son analfabetos que basan su vida en relaciones personales y
paternales. Estos nuevos trabajadores sobrepasan numéricamente a la antigua
clase obrera.
El líder populista buscará explotar esta situación generándose una
imagen paternalista, comunicándose con la masa a través de un lenguaje en
apariencia clasista. Los
populismos se caracterizaron por ser
policlasistas, estar vinculados a los procesos industrializares y ser
políticamente dependientes de una dirección militar y/o carismática. Surgieron
y se desarrollaron al amparo de una coyuntura internacional favorable, en donde
el Estado aparecerá como
volcado a los “desarrapados”.
[55] “El
socialismo y el hombre en Cuba”(1965) en “El
socialismo y el hombre nuevo”, México, Siglo XXI, 1988, p. 17
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